La gestión de stocks, en el ámbito de la logística y la distribución comercial, es una materia transcendental para el correcto funcionamiento de las operaciones empresariales llevadas a cabo en todos los sectores de la actividad económica.
Por ello, su estudio y análisis ha despertado el interés de muchos investigadores: Carrallo (1978), Ballou (1991), Prida y Gutiérrez (1995), Soret Los Santos (1999), Cuatrecasas (1999), Zermati (2004), García Sabater et al. (2005), Parra Guerrero (2005), Anaya Tejero (2011), entre otros.
Una de las preocupaciones fundamentales del ser humano, en un mundo de recursos limitados, es el diseño de formas eficientes de producción, gestión o administración de productos para lograr alcanzar ciertas metas, impuestas a priori, que se consideran ideales para la colectividad.
Esa forma de diseñar o administrar conlleva, implícitamente, la optimización de una serie de objetivos que se consideran relevantes en el contexto de las diferentes situaciones planteadas. Hasta tiempo relativamente reciente, la empresa se ha enfrentado a mercados con perfiles definidos, predecibles e identificables, conformados por clientes a los que ha satisfecho, ofertando productos y servicios concretos.
En la actualidad, sin embargo, el progresivo proceso de apertura de los mercados, ha convertido al entorno empresarial en un medio dinámico y cambiante, caracterizado por la alta competitividad, en el cual no existen puntos de referencia estables y donde la evolución de los acontecimientos económicos condiciona la toma de decisiones.
Se hace preciso, pues, no sólo asumir los cambios sino, en la medida de lo posible, adelantarse a ellos, de manera proactiva, mediante una flexible y continua adaptación de las estructuras, los sistemas y los procedimientos empresariales. Tradicionalmente, para asegurar un buen nivel de servicio al cliente, las compañías solían mantener altos niveles de inventario.
Hoy en día, en una situación de crisis generalizada que afecta a, prácticamente, todos los sectores de actividad, las empresas se han dado cuenta que los costes se pueden reducir considerablemente con un buen control de los stocks a lo largo de la cadena de suministro.
Dentro de ese ámbito de actuación, la misión de la logística consiste en planificar y coordinar las actividades necesarias para conseguir niveles aceptables de servicio y calidad, con la finalidad de satisfacer las necesidades de los clientes al menor coste posible, conectando al mercado con la empresa y llevando a cabo actividades que van, desde la gestión de las materias primas hasta la entrega de los productos terminados (Díez de Castro, 1992; Castán et al., 2000; Pau y Navascués, 2001; Ballou, 2004).
El estudio de los modelos de gestión de inventarios mejora la eficacia de las operaciones empresariales relacionadas con la cadena de suministro y la distribución de los productos, generando propuestas y alternativas que permiten incrementar la eficiencia y competitividad de las organizaciones.
Mediante las técnicas adecuadas de optimización, se pueden desarrollar herramientas de ayuda a la toma de decisiones, que permitan a las empresas adaptarse a las demandas actuales del mercado, provocadas por la necesidad de diferenciación y diversificación de los artículos ofertados.
De esa manera, aunque las empresas pueden haber invertido mucho en tecnología de fabricación, distribución y almacenamiento, aumentando en gran medida su capacidad productiva y logística, la gran cantidad y variedad de productos que deben fabricar, con ciclos de vida muy cortos y cada vez más personalizados o adaptados a las necesidades de los clientes, requieren de complejas operaciones logísticas en las cuales se debe invertir mucho tiempo y dinero. Partiendo de ese escenario, la Investigación Operativa, que es la referencia que adoptamos para la realización de nuestro análisis a lo largo del presente trabajo de investigación, se orienta al estudio de problemas reales de optimización y control, bajo la suposición de que éstos se pueden modelar y resolver aplicando el método científico.
Mediante este método científico utilizamos estructuras matemáticas para describir relaciones entre parámetros y variables que caracterizan las propiedades de los sistemas.
En ese contexto, establecemos determinados objetivos que son abordados usando las técnicas apropiadas con el fin de determinar, para cada situación planteada, su solución óptima.
En los últimos años se ha prestado un notable interés al estudio de los Modelos de Gestión de Inventarios, con el fin principal de determinar los niveles de stock idóneos para satisfacer la demanda de los clientes y analizar posibles estrategias de minimización de los costes de mantenimiento y reposición de los bienes, así como de los costes de rotura y deterioro.
Como resultado de esas investigaciones, hoy en día, disponemos, en la literatura, de un gran número de modelos que abordan esta materia.
Sin embargo, como los sistemas de inventario y la comercialización de los productos evolucionan constantemente y son cada día más complejos, es preciso realizar un esfuerzo continuo para diseñar y analizar nuevos y más completos modelos, que permitan seguir manteniendo un control adecuado de las variables de decisión que controlan y optimizan el funcionamiento de los sistemas productivos, comerciales, logísticos y de distribución, presentes a lo largo de la cadena de suministro de cualquier artículo.
De ahí que nuestro estudio sobre modelos de gestión de inventarios, tenga la finalidad de facilitar decisiones estratégicas que contribuyan a mejorar la productividad y competitividad de las empresas, enmarcándose en un campo científico amplio, complejo y multidisciplinar en el que es necesario profundizar de cara a despejar interrogantes e intentar realizar nuevas aportaciones
+ There are no comments
Add yours