El debate sobre la inteligencia artificial (IA) ha alcanzado nuevos niveles de urgencia con las recientes declaraciones de Donald Trump, quien se posiciona como el favorito del Partido Republicano. En una entrevista con Maria Bartiromo de Fox Business, Trump ha lanzado una severa advertencia, catalogando a la IA como «lo más peligroso que existe» y subrayando la ausencia de soluciones efectivas para contrarrestar sus riesgos.
Durante el segmento anticipado de su aparición en el programa Sunday Morning Futures, Trump compartió su visión sobre los peligros que la IA representa para la sociedad estadounidense, describiéndola como una amenaza sin precedentes. «Lo que me preocupa profundamente es la IA, por la falta de una solución real que pueda mitigar sus peligros», expresó, evidenciando una preocupación que va más allá de las capacidades bélicas de la tecnología, hasta llegar a las implicaciones éticas y sociales.
Una de las mayores inquietudes planteadas por Trump radica en el uso de deepfakes, una aplicación de la IA que puede crear contenido falso extremadamente realista. El ex presidente relató un incidente en el que fue víctima de esta tecnología, con un video falso donde parecía endosar un producto que en realidad nunca había respaldado. Este ejemplo pone de relieve el «tremendo problema» que los deepfakes representan, capaces de engañar incluso a los observadores más astutos.
La preocupación de Trump no solo se limita a la esfera digital. Recientemente, enfrentó especulaciones sobre unas manchas rojas en sus manos, las cuales atribuyó a la posibilidad de manipulación por IA, aunque más tarde aclaró que podrían deberse a un corte de papel. Este incidente ilustra la creciente paranoia en torno a las capacidades de la IA para alterar la percepción de la realidad.
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