Los precios del petróleo se han visto impulsados por una combinación de factores, incluyendo la desaceleración de la producción en Estados Unidos y el aumento de la demanda de combustible. Según los datos más recientes, los inventarios de crudo y gasolina en Estados Unidos disminuyeron más de lo esperado la semana pasada, lo que sugiere que la demanda de combustible se está recuperando antes de la temporada alta de conducción de verano en el hemisferio norte.
A pesar de las preocupaciones de los inversores por las posibles alzas de tasas de los bancos centrales para combatir la inflación, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, incluida Rusia, han recortado su objetivo combinado de producción en unos 1,16 millones de barriles diarios (bpd) este mes, lo que ha elevado los precios del petróleo.
El crudo Brent para entrega en junio aumentó un 1,49% a 79,54 dólares el barril, mientras que el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) subió un 2,70% a 76,78 dólares el barril. El Brent retrocedió un 2,6% en la semana, lo que supone su cuarta caída mensual consecutiva, mientras que el contrato WTI hiló su sexta caída mensual consecutiva y perdió en la semana un 1,4%.
La próxima reunión de política monetaria de la Reserva Federal estadounidense está programada para los días 2 y 3 de mayo, y los inversores estarán atentos a cualquier indicio de posibles alzas de tasas que puedan afectar el crecimiento económico y mermar la demanda de energía en Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea.
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